Cada año, empresas de todo tipo, vendedores, revendedores, importadores, fabricantes, entre otros esperan y se preparan para la época más próspera y rentable del año: un periodo conocido como Temporada Alta, que comienza a mediados de agosto y se extiende hasta finales de otoño, generalmente hasta el Día de Acción de Gracias en EE. UU. Este fenómeno es impulsado principalmente por los cambios en el comportamiento del consumidor durante la temporada de fiestas. Entre los patrones que se intensifican en esta época destacan el uso de ahorros para compras nocturnas y la realización de pedidos en línea de última hora.
Pero, ¿cómo comenzó todo? ¿Cómo se convirtió en un fenómeno tan influyente en la vida de consumidores, empresas y personas en todo el mundo? Podemos rastrear sus orígenes hasta principios del siglo XX. En la década de los 50, se emitieron las primeras tarjetas de crédito y comenzaron a ganar popularidad. Por primera vez en la historia, las personas podían realizar compras sin pagar de inmediato en efectivo. Sin embargo, la clase media pasó por varias curvas de aprendizaje que transformaron eventualmente el rumbo de la economía global. El uso del crédito sigue siendo uno de los principales factores que impulsan la Temporada Alta, la cual ha evolucionado hasta convertirse en una parte esencial de la vida del consumidor moderno.
Ahora que entendemos qué es la Temporada Alta desde su origen y percepción general del consumidor, ¿qué representa en logística? ¿Cómo afecta este fenómeno anual a la vida diaria de los consumidores y a los operadores en la cadena de suministro?
La Temporada Alta en logística es el periodo más activo del año para los profesionales de logística y cadena de suministro. Se caracteriza por un aumento en la demanda de capacidad debido al auge en el comercio minorista, la temporada de fiestas, las compras de regreso a clases y la liquidación de inventario del verano. Durante este periodo, las tarifas de transporte se disparan y la disponibilidad de carga se vuelve extremadamente limitada.
Como resultado, las empresas enfrentan dificultades para encontrar capacidad de transporte debido al incremento en la demanda. Obtener el servicio requerido se convierte en una competencia de precios donde solo gana el mejor postor. Esto genera desafíos adicionales como cuellos de botella en puertos, terminales y puntos de envío, afectando todo el flujo de productos.
No todos los aspectos de la Temporada Alta están relacionados con el comportamiento del consumidor o los pedidos urgentes. Existen otros factores relevantes dentro del sector que, aunque menos visibles para el público general, son fundamentales para comprender cómo se configura cada año este periodo:
Estacionalidades
No todos los productos o industrias alcanzan su punto máximo durante la Temporada Alta. Algunas industrias, especialmente las que no están orientadas al consumidor final, pueden experimentar su mayor actividad en otras épocas del año, como al final del invierno o a mediados de primavera, cuando las fábricas incrementan su producción. Además, los productos con ciclos de vida más largos pueden tener su propia estacionalidad, que podría coincidir con la Temporada Alta y alterar su patrón habitual.
Cambios regulatorios
Las regulaciones comerciales pueden tener un impacto directo en las cadenas de suministro, obligando a las empresas a adaptarse rápidamente a nuevas normativas. Esto puede provocar retrasos significativos, especialmente en temporadas críticas. Por ejemplo, productos programados para entregarse durante ese periodo podrían no llegar a tiempo debido a actualizaciones regulatorias inesperadas, como la imposición de cuotas arancelarias o nuevas medidas no arancelarias, lo que a su vez genera congestión en puertos y almacenes.
Disrupciones poco comunes
Las cadenas de suministro enfrentan disrupciones constantemente. Sin embargo, algunas como pandemias, desastres naturales o conflictos geopolíticos pueden alterar drásticamente el comportamiento del consumidor y causar recesiones económicas, afectando la Temporada Alta.
Incluso las empresas más reconocidas en logística pueden enfrentar dificultades para asegurar capacidad de transporte y controlar sus costos durante este periodo de 3 a 4 meses. Los consumidores podrían experimentar aumentos de precios o retrasos en sus pedidos. En casos extremos, la Temporada Alta mal gestionada podría contribuir a una recesión. Saber cómo enfrentarla eficazmente es crucial, especialmente para empresas con altas necesidades de envío.
Comunicación efectiva con proveedores
Nunca se debe ignorar una regla fundamental: ¡todo pronóstico es susceptible de fallar! Por ello, una comunicación clara y anticipada con tus proveedores es clave para alinear expectativas, y ajustar estrategias.
Asignación adecuada del inventario
Utiliza una estrategia de rutas optimizada basada en tu clasificación ABC de inventario y los tiempos de tránsito. En algunos casos, podría ser mejor utilizar servicio expeditado en lugar de servicios de entrega con tiempo de transito estándar para acelerar la entrega.
Acuerdos anticipados con compradores o consignatarios
Define fechas ideales de envío y comunícalas con antelación a tus consignatarios. Asegúrate de que puedan recibir antes de lo previsto para minimizar los riesgos.
Desarrollo de rutas y puertos alternativos
Los puertos tradicionales suelen congestionarse. Prueba nuevas rutas en temporadas menos críticas y establece acuerdos de servicio para integrarlas de manera eficiente.
Seleccionar proveedores con la capacidad adecuada
Elige socios logísticos que no solo tengan capacidad, sino también control operativo. Evita depender del mercado de tarifas transaccionales para productos críticos en carga pesada.
Plan de contingencia
Nada reemplaza una buena planificación, pero siempre ten un plan B. Identifica riesgos, define soluciones y documenta el plan con tu equipo para asegurar la continuidad operativa.
Una vez preparados, aquí algunas recomendaciones para navegar con éxito este periodo:
Definir métricas claras
Trata la Temporada Alta como un proyecto. Establece metas internas y mantén contacto constante entre todos los departamentos.
Monitoreo constante de puertos
Los retrasos suelen originarse en los puertos. Un seguimiento continuo te permitirá anticiparte a los problemas.
Aprovechar la tecnología
Utiliza tecnología, sistemas ERP y trabaja con socios que se adapten a estas herramientas o el uso de tecnología para tomar decisiones proactivas.
La Temporada Alta es impredecible. Hacer un pronóstico no garantiza el éxito. Lo ideal es tener un plan de distribución fluido, planes de contingencia y los aliados tecnológicos adecuados para sortear cualquier reto, no solo durante esta época, sino durante todo el año.
En Camionix ayudamos a embarcadores, comerciantes importadores y exportadores a planificar mejor y a navegar eficazmente los periodos más intensos del año.
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